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Article publié le 10 janvier 2015. oOo En una nota de la Apología de los Asnos se hace mención de esto ; pero bueno será poner aquí lo que a la letra se dice sobre el particular. Es supremo, es grandioso, de cruz procesional de plata , esta diversión de vagos u ociosos que se dedican al hurto o pillaje institucional desmandado, gente de mal o peor vivir gracias a los facinerosos y rufianes que comanda la política actual en peculado, hurto de caudales del erario público, del color de la pepez, que, de un tiempo a esta parte, persigue y escarmienta de manera que no quedará nada en cuanto a libertad y derechos ciudadanos se refiere en esta pecinal piscina que es Iberia de agua estancada que tiene mucha pecina, gracias a la pezuña asnal que les aprieta , y que con una minoría que no se sabe a qué cuento van al congreso cuando tienen siempre las de perder y están maniatados por esa envidia que anima a los bellacos, que debe ser , pues el corregidor, mala o buena pécora, que nos gobierna, es como aquel Luis de Godoy a quien llamaron el bárbaro, más por honra que desprecio, porque sabía mucho de esto de dar jarabe de palo con distintivo de obispos y prelados, cruz y tentetieso, dar sopas con hondas y hostias de milano, imponiendo un pecio por decreto, como el que exigía el señor de puerto de mar a la nave que naufragaba en sus costas, pues sabe que pecorear es divertido, que a sus señorías le encanta también, como a Adán en su Paraíso, pellizcar a la fruta que tiene largo el pezón de que está pendiente en el árbol, y tener maniatado al pueblo cual pechoños, beatos, santurrones, calambucos, criando a sus miserables a la sopa boba y al corregidor cual pedazo de pan, y a su despreciada minoría que hace el protesto, indignada con valor, determinación y esfuerzo del ánimo, a pecho descubierto, sin cubrirse como las fuerzas represoras tras de defensas o reparos crueles todos, tratarles como guerreros de tres al cuarto, exigiéndoles la pechería cicatera, por la que deben de pagar pecho, tributo y desahucio, y si no al talego. Un ayo pedagogo que se echó a pechos esta cosa dijo : -Aquí, siempre que amanece, aparece una cagada institucional detrás de una albarda. Y su acompañante hembra que le conduce y guía, respondió : -Ah Re. |
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