He sido invitado, y no por casualidad, a una fiesta poética campestre.
 Nos hemos venido a Fuentes Blancas, un parque de ocio y paseo en Burgos, donde podemos asar torreznos y morcilla, a celebrar un "san queremos"literario. Somospoetas y escritores eminentísimos,próceres de las Musas alteradas y másteres de Arte Rebuznatoria, del Grupo Poético Elogio del Rebuzno ; nacidos expresamente para esto, para aprender y saber recitar como nuestros Asnos encumbrados, gracias a diplomas, medallas y premios.
 Como en un juego floral y de manduca, nos hemos venido a disfrutar de unos buenos torreznos y morcillas, como digo, recitando oleyendo algo de lo que hemos escrito en modo didelfo, unas en estilo intrauterino y los otros en modo de bolsas que llevan los varones entre las piernas. Hemos llegado a la pradera montados enuna furgoneta "Didacta", tomando el camino hacia La Cartuja, en la que vamos los doce, siete varones y cinco hembras, que hemos estudiado en universidades,seminarios, ycolegios.
 Menos mal que hemos cogido un merendero cubierto, pues así nos cobijará de la lluvia y dará la sombra, ya que "en esta Ciudad sale el solcuandoel Asno Rebuzna", como cantó uno de los poetas presentes en el bar SanFran y en el Centro de Arte Contemporáneo Espacio Tangente, hace un tiempo.
 La mayor parte de nosotros lleva sobre el lomo una cantidad delibros en espera de editar. "Traemos las alforjas llenas de versos", exclamó uno de nosotros ; respondiéndole otro : "Y yo de ilusiones los escrotos". Vemos mucha gente, mayores, jóvenesy niños haciendo pasos por los caminos, exclamando curiosos, al pasar y vernos, alguno de ellos :
 -Mira, ese es un buen poeta ; ese otro, aunque es un magnífico escritor, es un sobretodo, pues ha visitado varios países.

- Mira, aquel otro celebra el Día de la Poesía recitando la prosa del Asno.
 Estos sujetos, que somos nosotros, estamos destinados a premios Nobel ; dotados como estamos de hacer un buen asado a la parrilla, asar torreznos y morcillas ; leer cuentos y recitar versos.

- Ay, quélindo y qué fuerte es ese poeta que se pone a asar la morcilla, exclama una muchacha que pasa al margen de su ida y vuelta.
 Un vejete del Centro de Mayores de Fuentes Blancas, cercano al lugar, se para y nos pregunta : -¿Cuándo va aser el acto ? Los doce lecontestamos en coro :-Cuandohagamos la digestión.
 Incréduloo iluso el vejete siguió paseando.
 Los torreznos y las morcillas nos supieron a rosquillas. Es fácilentender que los hombres tengan gran aprecio al cerdo. Si el Cerdo hubiera en su día Rebuznado por tres veces con toda su fuerza, el pueblole hubiera tenido o adorado como un dios.
 A la caída de la tarde, curiosos y curiosas, muy guardados, se acercaron a escucharnos. Se sentaron sobre el césped, nos rodearon y uno de nosotros, soltó su voz para decir :

- Nos os vamos a engañar. No por cierto. Vamos a recitaro leer, cada unodenosotros unos versos o prosa cortos, para después, a eso de lasocho, Rebuznar a coro.¡Quécara nos pusieron la gran mayoría de majaderos presentes¡ Unodeentre ellos se levantó y habló de esta manera :

- Yo me llamo Fabio. Y quiero conocer biendevosotros. No he leído ningún libro vuestro ; pero espero encendáis mi pasión, para seguiros aun a cuatro patas.

- Así lo hacemos, dijo nuestro interlocutor. Esperamos y deseamos os atraiga nuestro talento, y no volváis a caer en la lectura de otros. Escuchemos, amadas y amados :

Uno : Poema breve

-Resplandece Adela por entre los árboles
Roto en ella un corte en el pantalón.
Por otro lado, a la caza le sigue él, el otro
Con amor de pene en pena
Preguntando a las ardillas :
¿Habéis visto a Adela ?

Dos : Mini cuento

Por Sierra Morena
 Pepete, tío de fina estampa, guapo, listo y estudiado en colegio de curas, se ha venido a SierraMorena para aprender todas esas cancioncillas que el pueblo canta de los Bandoleros, pues hoy, que es un señor votado, quiere entrar plenamente en el corpus de la tradición.

Tres : Mini cuento

El ricachón
 El señor ricachón ha puesto un ladrillo enla tierra.Le han regalado un millón. Talego sobre talego a sus espaldas, le hacen hincar las ancas ante algún miembro importante de su cuadrilla, a despecho de su propia honra.
 Cuando iba a empezar elcuarto su breve poema, una fina lluvia, que moja, comenzó a caer ; lo que noshizo levantar a todos, y marchar, porque el cielo se ponía oscuro.
 La gente se iba contenta y contrariada a la vez, por culpa de la lluvia que había estropeado esta velada de "un asnífluocorro de costureras y costureros de lasBellas Letras" como afirmó un oyente que nos acompañaba, enfadado de no haber podido nosotros mostrarnuestroramo más florido, el Rebuzno, que no se pudo cantar, pero que alguno de nosotros iba tarareando en gregoriano, acompañándonos este admirador y algunos de los presentes, contestándonos a coro.