Dice mi amigo :
- Desde un locutorio de la Plaza Vega, en Burgos, había quedado, a través de un anuncio de "relaciones personales", con una joven que me dijo tener 30 años, con mucho apetito sexual y con ganas de besar, poner posturas, guapa y calentorra, con francés a pelo y griego a tope-
Yo me fui contento hasta un portal de Gamonal.
Desde que cogí el autobús, en lasapreturas me fui poniendocaliente, para lograr mi traza con ese"pibón" con elque había quedado.
Al final del trayecto, me baje del autobús, yendo alportal con diligencia, deseando acertar y ganar con ella. Por teléfono,habíamos quedado que ella llevaría en su mano derecha una berenjena de plástico, de esas que tienen dentro un pene consolador, y yo llevaría puesto una camisa hawaiana.
Cuandola vi, antes de ir asaludarla, me di cuenta de que en lugar de acertar con esta Puta, salí con daño, pues ella era una mujerona guapita de cara pero gorda como ella sola. Bajita. Su culo búcaro ocupaba,a mi entender, ellugar que ocupan tres tazas de retrete juntas.Sus pechos parecían dos globos de esos de hacer gimnasia, y que tienen un pezón en el centro. Sus muslazos eran dos pedazos de calle.
- Lo siento, me dije a mí mismo, No me acerco a ella. Esta mole no se la saltan ni los ladrones
Comola carne es débil, y para que no se anticipase la eyaculaciñon, me fui a la orilla del ríoArlanzón, en el Plantío y, detrás de un árbol, cebado con elansia de correrme, me hice una paja, quedando tan satisfecho como un señor de la Gran Canaria.
Yo le corto y le digo :
- Así se consuela quien su madeja quema ; él, siguiendo :
- Cuando ya hube terminado, miré alo lejos, viendo un viejo cansado que meaba sobre las aguas rio abajo ; vi a otro viejo que se paró muy cerca de mí, que comenzó a peder mirando al cielo ; y auna señorona, junto a unos arbustos, haciendo cacas, y diciendo al ponerse en cuclillas y echar la cagalera :
- ¡Ay grillo, grillo, en qué aprieto te he metido¡