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Article publié le 28 octobre 2008. oOo EL RAYO Y EL AMANTE Poema de Oscar Portela Relámpago. Cielo cárdeno y fulgido Que silencia voces sobre la tierra. Trueno . Voz de la ira. Lavas y cenizas Sobre la mar que cierra sus oídos Al clamor de los Dioses. Rayo que timonea el Universo. Amor que nos silencia como el relámpago, Nos ensordece como el corno del trueno Y nos vuelve cenizas sobre la tierra pálida Como el rayo que timonea los cuerpos Desnudos sobre la hierba de una arcadia. Solo un instante y lo eterno se esfuma. Morir yo soberano no poseyendo ni entregandome Sino dejándome fluir en la estación de la inocencia Cerrando el círculo sobre el desnudo cuerpo del amado. EL VERBO Y LA CARNE Poema de Oscar Portela a Bruno Santos De que luz primigenia. De que auroras Nacidas al amparo de vulneradas muertes. De que amarillas lunas ahogadas por el agua De lagos primordiales como los elementos. De que silbidos áureos que presagian El transito del caos a la armonía cósmica El alfarero inaugural hizo tu cuerpo de la arcilla Más pura desta tierra, oh Bruno a torbellino y a Magia condenado. Tú eres la tierra adolecida De toda la inocencia de un devenir sin deudas Y el milagroso azar que nos corona con recia Aristocracia del más audaz deseo de la especie. ¿Que alfarero y chaman mojó sus dedos en las Dolientes viseras de un pájaro para Amasar tus labios, ánforas que contienen toda Las endechas del mundo ? ¿Que coreutas osados cantaron El nacimiento de tus formas cinceladas en ébano Cubiertas por tu carne trabajada en arcilla Santificada por la aurora de América ? ¿Que chaman te bautizó en la cuna de verde césped Humedecido por el rocío del alba primigenia ? ¿Que sinuosos ríos de montaña dibujaron tus caderas Que huyen de las manos del hombre y de todo poema ?. Y tus desnudos muslos que envidian las efigies Y rompen los harapos de humanas vestiduras Para surgir desnudos y perfectos como la melodía Que los vientos ponen en las florestas para que todo Asombro bañe la hermosura de un Dios que esperará La hora de bendecir el suelo que nos toma y tomará Nuestros deseos todos para quemarlos en la hoguera Del amor deseado y devolverlos a la tierra fértil A la que pertenecemos los mortales y dioses Que embellecen las horas de los días terrestres. No hay templos para ti, oh Bruno, ni poemas que no se rompan Por que eres mas bello que el verbo convertido en palabra. Porque tú justificas todo el dolor del mundo. Tu belleza es el premio y la eternidad del oro. El dolor dice pasa pero el goce quiere contemplar tus fulgores. La eternidad efímera del búcaro que no puede morir Y vuelve eternamente como los dioses de la tierra que son El salmo de la tierra misma y tu su encarnación oh Bruno Santos. ( A mi amigo Víctor Sánchez Hernández) |
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