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Article publié le 29 avril 2010. oOo MIGUEL IGLESIAS y el CIELO poema de OSCAR PORTELA Verte Miguel y quedarse sin párpados y no poder cerrar los ojos, abiertos ya para siempre, para siempre desnudos como el azur, y ciegos, pués tu visión es combustión que llama y quema y exige la absoluta calma de la entrega absoluta en la que ya no somos sino espasmos erráticos, así las aves y los vientos, los elementos todos Miguel, tocados son por tu visión celeste de impiadosa belleza : así llamas a las fuerzas de la pasión y las dominas Miguel y es tu cuerpo el campanario de las Iglesias donde se guardan los deseos para resucitar después Miguel Iglesias, bello como los bronces que despiertan clarines Miguel, así como despiertas en mí la locura de saber que si existes y que ya nunca se borraran del sueño las quimeras, los ahogos, la irrenunciable necesidad de ser contigo infierno y cielo : Ay Miguel, que si un Dios te dió forma para condena del amor y del deseo, aquí estoy, con el enmudecido verbo y la lengua llagada por ese beso que no llega, y que quizá un minuto antes de perecer, Miguel, caiga del cielo abierto de mis ojos, para que el uno sea todo, y la lascivia de solo verte, perfecto como el rubí en la frente de la palabra única, justifiquen tanto destierro y cerrojo para la carne, que en ti se abre como la rosa en cántaro de versos. |
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