"Mar, ahora sí que estarás contento
Que tienes un montón de muertos dentro"
Palabras de una aldeana viuda de marinero
Dichas en su lamento y duelo
Al ver y sentir la falsa solidaridad
Con los refugiados e inmigrantes
Que ha hecho del mar y las fronteras
Un cementerio aislado
O campo de internamiento.
"No entiendo ; no entiendo", decía
Cómo se pueden pasar los días
Pasando por encima de tanto sufrimiento
Sólo pensando
En que "hay mucha prisa al hígado"
Pues tenemos que matar la vaca
El sábado por la tarde
Mientras, en la noche, nacen las aguas
Crecen las sombras ; y la Muerte
Baila con los vivientes el Val de las Olas.