Cruzo el puente de Sagasta, en Logroño
(Sagasta, estadista riojano
Natural de Torrecilla de Cameros)
Paseo las calles del Mercado
Donde unas chicas, con pantalones cortos
Me insinúan su "Co"
Como acusativo de mis pensamientos
Pecaminosos.
Me acerco a las ruinas
De santa María de la Piscina
Y allí, junto a uno de sus muros laterales
Me hago una paja
Moviendo el lomo
Encorvándolo con violencia
Sintiéndome como Lollard
Heresiarca inglés del siglo XIV
El cual predicó sus doctrinas en Alemania
Y, yo, a esa lagartija que me mira
A la que intento alcanzar
Con mi liturgia de corrido
Que, ahora, se esconde en su lagartijera
Vestida de blanco como una novia.
Al igual que Lollard
Sin ceremonias de culto
Ni sacramentos
Y sin aceptar la intervención de los santos
Rebuzno de gozo
A la altura de esa cima, de ese cerro
Que diviso
A un tiro de lombarda o berza.
He dejado Logroño, en su tarde
Por el Puentede Tómalos
Me he cogido delos huevos
Sentado sobre un quitamiedos engreído
Presuntuoso
Hablándole a mi aguijón
Todavía erecto
Que vale cuatro compases o dos breves
En su grandeza y constancia de ánimo
En las adversidades del Amor
Cual longaniza trabajada
A la latitud o anchura
De la profundidad del As de Oros, o Culo
Contada en grados de la Elíptica
Al punto equinoccial de Acuario
Hecho con arreglo a ella.
Le miro y le hablo :

- Quépena depene.
Más
Por tantaspajas que me has dado en la Vida
Quiero decirte gracias.
Mis manos han sido tu hogar
Tu nido donde poner los huevos
Y tu Amor
¡Esto es lo maravilloso¡
No ha necesitado de Chumino alguno.
¡Menos mal¡
Mi pene
Cual alondra que regresa a su hogar
Se elevó ante mí
Y me dijo :

— Entre tus manos
Encomiendo mi espíritu.