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Article publié le 13 octobre 2024. oOo “Foix es otra cosa” decía el propio Foix que de él decía Espriu, para distinguirlo en el panorama de nombres y autores de su literatura. Lo decía por distinguirlo en el grado de su estimación, en la consideración y el respeto que merecía -y es verdad. Foix es otra cosa. En su escritura, en su aportación a la lengua, en su actitud moral en la cultura. Me ha acompañado desde la adolescencia, como los otros dos grandes poetas catalanes que son Salvador Espriu y Joan Vinyoli. Hablaba de las prosas de Espriu, sobre su narrativa he meditado, y he estado atento a unas prosas inéditas que se han publicado de Vinyoli y que leeré. He sentido siempre predilección por la obra en prosa de Foix. Diari 1918. Que es Sarriá. Sus prosas son muchas cosas, pero también son Sarriá, un Sarriá como de sueño y que a la vez no puede ser más cierta tal como está en ellas. El otro día hablé de la ocurrencia de Pla en relación a Foix y los croissants que hacía, en la muy buena pastelería Foix -la Foix de Sarriá-, que era ya de su padre. Yo iba al colegio al lado, a los jesuitas de Sarriá, y un compañero de clase trabajaba en la pastelería los sábados o domingos -o ambos- y hacía de repartidor, y le llevaba el desayuno -los croissants- a Foix a su casa. Siempre me decía que le diera su poesía y le pediría que me la dedicara. Pero yo nunca lo hice. No me atreví. Cómo iba a molestar uno a un poeta. Creo que lo conté en un poema dedicado a Sarriá que está en el primer libro que publiqué en El Bardo, La poesía es un fondo de agua marina. Recuerdo que tras recibirlo Jorge Herralde me escribió en una tarjeta que al abrirlo el libro le había quedado abierto por el poema de Sarriá. Donde él tenía la editorial. Hay lugares, personas, autores con los que tenemos una especial vinculación. Así Sarriá y Foix y en su espléndida obra sus prosas, por las que como digo -y creo que lo he apuntado así siempre que he hablado de él- siento predilección.
Las prosas, la poesía, la aportación a la lengua, la actitud moral en la cultura. Tanto que decir de Foix y de su arte. También algún ejemplo de esta ejemplar actitud moral. Cuando se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas -se inauguró éste con él, lo que fue un grandísimo acierto- hubo voces desde el llamado resistencialismo que decían y pedían que no lo aceptara, pues se lo otorgaba el estado que le había impedido publicar en catalán durante décadas. Foix dio un paso al frente en favor de la convivencia, y éste tenía un valor inmenso, pues tenía el respaldo de una vida y una obra. Dijo que en ese momento de su vida pensaba que él tenía que ejercer el papel que Carles Riba decía que tenía que ejercer el intelectual catalán, y es el de la reconciliación hispánica. Y aceptó el Premio, que inició su andadura con él, y no podía tener mejor punto de partida. La lengua, el catalán. El catalán que creó o casi inventó pero que no nos parece artificial sino una creación singular y que funciona, resulta natural pese a ser a la vez creación personalísima, y constituye una aportación capital a la lengua. A veces he hablado de esta creación que lleva a cabo en la lengua. Los clásicos catalanes o del catalán son los clásicos medievales, que son a la vez los grandes autores de Europa (Ausiàs March, Joanot Martorell), y Foix quiso en su escribir enlazar directamente con ellos, como si su lengua no hubiera sufrido una larga decadencia. Para ello consideró y sintió que tenía que nutrirse también de las lenguas hermanas. Demuestran y dan fe como una declaración de intenciones de que esto es así los epígrafes que llevan los espléndidos sonetos de Sol, i de dol, y que son de poetas catalanes pero también toscanos y provenzales. Y recuerdo también ahora de pronto otra muestra de una actitud ante la lengua más ligada con lo cotidiano. Es algo que había oído contar siempre. En los comercios no se podía rotular en catalán, pero Foix siempre lo hizo así en su pastelería. Para eludir esta prohibición buscaba palabras que fueran iguales en castellano y catalán -algo posible entre estas lenguas hermanas-, y componía los rótulos con ellas y en mayúsculas, para eludir también el rasgo diferencial del acento abierto del catalán, ya que éstas entonces no se acentuaban. Así podía sostener al censor que el rótulo estaba en castellano, cuando en realidad estaba en catalán -o en los dos, que era el catalán posible en el que él había conseguido combinar las palabras para que quedara camuflado. Esto le llevaba a aguzar el ingenio y a combinaciones curiosas a veces. Como digo, lo había oído contar siempre, pero fue muchos años después, de manera casual, por quedar parado el autobús 22 (el mismo en el que volvía a casa desde el colegio, el autobús de mi infancia) al lado de su pastelería, y quedarme desde él a la altura de los ojos las cristaleras negras con letras doradas con los rótulos que anunciaban y hacían propaganda de la pastelería comprobé que era y seguía siendo así. Así estos rótulos eran -lo recuerdo de memoria- más o menos, Reposteria selecta, Postres del país, que quizá no eran eslóganes muy buenos pero que cumplían esta condición de poder sostener que estaban escritos en castellano -la pronunciación, los sonidos, ya son otros, por no lo son en su letra escrita-. Lo conté en una prosa. Allí están, como una memoria, el momento en que en esto me fijo y los rótulos precisos.
Todo un tipo, este Foix. También en su creación, en la singularidad de sus caminos. De su actitud como poeta nos habla de manera maravillosa en la carta con que abre su obra poética, “Lletra a Clara Subirós”. Dice allí cosas preciosas y que son a la vez fundamentales. De la libertad, de la personalísima aventura que es el crear. De la independencia. La he mencionado a veces, y he recordado que esta singularidad de referirse a su obra, en una carta, la tiene y emplea también Jorge Guillén en la célebre antología de Gerardo Diego. Al releer ahora a Foix empezaré, en primer lugar, por este magnífico principio. Por esta carta. He hablado de su obra en prosa y he dicho que siento predilección por ella, y es mucha verdad. Diari 1918, la obra de una vida. En él los dos primeros libros -Gertrudis y KRTU-conformados por fragmentos y que responden y encarnan también ese especial momento que hubo en la sensibilidad y la creación artística del que hablaba al referirme a la primera novela de Espriu -y del que nos hablaba, muchos años después, el propio Espriu. La obra de una vida, he dicho del Diari 1918, y es verdad. Literal, estrictamente verdad. También en su escritura. Que es muy singular, personalísima. Muy joven escribió en un cuaderno lo que él llamaba células líricas, que son el núcleo de tensión y germinativo a partir del que fue cumpliendo y desarrollando después, a lo largo de los años, los poemas en prosa de los distintos libros que componen este Diari 1918. Que es completamente extraordinario. También, ya lo vemos, en su insólita manera de escribirlo. Al final de su vida Foix fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Barcelona. En su contestación al discurso de recepción como Doctor Honoris Causa, se refirió a estas células líricas y las definió, nos explicó qué era este misterio. Y aportó y cerró su discurso con un conjunto de nuevas células líricas que había escrito y que ya no iba a tener tiempo de desarrollar. Me parece que es un testimonio muy valioso y muy singular, un regalo del poeta, y que aprovechó una ocasión académica para dejar hablar al arte, para que fuera el arte su respuesta. Este misterioso arte con que compuso sus extraordinarios poemas en prosa. Ahora, al entrar en Foix, voy a buscar también este testimonio singular y muy valioso. Que dicen una obra y una vida, cómo se hace y se sustenta.
Nada sobra y nada falta, en efecto, en la carta que abre su obra poética, “Lletra a Clara Subirós”. La recordaba en su esplendidez. Apunta, casi con discreción : “¿Què et diré, ara que visc d’evocar la flaire dels fonolls en un crepuscle de focs boscans i camps esmargenats ? Voldria respondre’t just si encara no em fossis tota present. Em moc enmig d’aparences, i la teva hi senyoreja múltiple. Però potser tu, que ets moltes, m’entendràs aviat si et dic que, als meus anys, m’és difícil de definir el poeta -el món n’és ple, però no escriuen- i d’aclarir-te què és un versificador, també n’hi ha molts, els quals es mouen pels erms tot llegint preceptives escrites no sempre amb prou enginy, o copiant, barroers, allò que han dit, en els segles, els poetes”. Mundo aparte el de Foix, mundo a solas, si queremos decirlo con el título de Aleixandre -un poeta en algo hermano-, y en esa fusión de lo real e irreal ya una sola verdad, sustancia y cosa nos dice a continuación de lo que acabo de transcribir : “Tu, quan llegeixes, vas, de dret, a cercar el sentit del que diuen o tenen la intención de dir els escriptors. Si em llegeixes a mi -i temo que t’hi penses como qui vol contravenir el semàfor- recorda sempre que sóc un testimoni del que conto, i que el real, del qual parteixo i del qual visc, amb cremors a les entranyes, com saps, i l’irreal que tu et penses descubrir-hi, són el mateix. Talment com tu ests l’altra, i sou dues -o més !- i tens i et coneixen per un sol nom : Clara”. “Cada poeta és ell” da título a un libro que publicó su Fundació, y aquí, en este párrafo espléndido, esta expresión y la libertad que exige e implica, la libertad y la independencia en esta libertad y también la soledad : “Escric, si escric, i no em vaga com voldria, més enllà dels preceptes, i sense tenir gens en compte, segons és costum avui i molts joves en moren, com escriuen els tudescs, els ianquis, els gavatxos o els soviètics. El to dels altres i llur criteri retòric no em serveix gairebé mai, per tal com no hi ha, em sembla a mi -t’ho deia quan distreta del que te deia t’allunyaves amb mi cap allà on l’oliver, de nit, llumeja-, cap norma estètica a la qual hagi de subordinar-me, jo que sóc dels qui creuen que cada poeta és ell. Ell tot sol davant el poema que escriu, no pas per a distreure’s o distreure els altres, o salvar-se, sinó per a expressar-se”. Y el siguiente párrafo, espléndido, que termina por decir que el poeta sabe que cada poema es un grito de libertad, y antes de decir esta final sentencia conclusiva expresa y nos acerca a esta libertad, en qué consiste, qué es y cómo ha de vivirse : “El poeta, mag, especulador del mot, no espera res per a ell. Ni la redempció. No floraleja, ni concurseja, ni vol acontentar les tietes. Si fos prou coratjós i el cofoi aburgesat de tots estaments amb la seva extrema vanitat no li hagués encomanat certes malures, no signaria les obres. Plantaria, a l’hora d’alba, els poemes, com a pasquins, a les parets, o els llançaria des dels terrats. Manifestaria francament el seu desplaer pels grans, pels satisfets, pels asseguts, pels conformats i per les vídues castes i resignades. El poeta sap que cada poema és un crit de llibertat”.
El libro en prosa de una vida, Diari 1918, de singularísimos poemas en prosa. Los dos libros primeros, de un fulgor extraordinario, y que quiero releer -y también adentrarme en más libros de este mágico hacer de su prosa. Pero para que nos diga cómo se escribieron estos poemas en prosa, el singular proceso de creación con que en él se dieron, voy a buscar aquel discurso de contestación a su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la universidad de su ciudad y mi ciudad, y que es un testimonio único. Investigador en poesía, más que poeta, le gustaba decirse y considerarse a Foix, y aquí nos lo dice, en esta ocasión solemne que él convierte en personal y en un acto de arte. Y esto me parece muy hermoso. Explica con una lucidez y concreción como sólo él, que es su factor, podría hacerlo qué son las células líricas, el camino misterioso con que en él la creación poética se da. Es extraordinario este discurso, y lo es por todo. Se verá en el denso y riquísimo en significado párrafo que transcribo -lo precede sólo un párrafo breve introductorio-. Tras él ya como un ofrecimiento último -nacimiento último, me viene otro título de Aleixandre, y pienso que este discurso y esta lista ofrecida de células líricas también lo es, lo son-, las células líricas inéditas y que da a conocer, regala -porque son un regalo- en esta ocasión. Quiero que esa ocasión vuelva a estar presente y de algún modo la revivamos y que sea el propio Foix quien con sus palabras nos hable de su creación y ya no palabras sino células líricas cierren estas palabras mías que este poeta nacido en Sarriá cuando aún era un municipio independiente dijo en la Universidad de Barcelona, porque siento que no puede haber otra explicación ni otro final : “En una avinentesa tan solemne com la present, el poeta no sabrà parlar d’altra cosa que d’allò que el justifica i l’ha justificat sempre, és a dir, la seva pròpia poesia, o, amb més precisió en aquest cas, d’algun aspecte concret d’ella, puntual i específic. I així, voldria sotmetre a la vostra consideració la lectura d’uns quants textos que constitueixen nuclis de poema, enunciats poemàtics o cèl.lules líriques, inèdits, i que són formulacions i síntesis sobre el Real i el Rar, l’U i el Divers, l’Ultrason i l’Insòlit, suscitades després del somni, en general al matí, partint d’un mot, una frase, una metàfora o una imatge, que, empesos per una energia creadora interna, s’ordenen i s’estructuren en un conjunt verbal compacte i concís, en una breu creació lírica in ovo, en un projecte dur i diamantí, que més endavant hauria d’ésser comentat i glossat en el poema llarg i pròpiament dit. Moltes cèl.lules líriques d’aquest estil figuren com a títols-prefaci de poemes meus ja publicats, com els de Les irreals omegues i altres llibres encara. Aquests nuclis emblemàtics, altrament, responen, como tota la resta de la meva poética, al criteri propi d’un escriptor que, com jo, pensa que l’originalitat és factor primordial de tota manifestació artística i es considera un investigador en poesia, i són influïts per les tendències estètiques del moment cultural històric en què es fonamenta i es resol la meva lírica. Així, doncs, llegiré algunes d’aquestes cèl.lules líriques inèdites, tot demanant excuses per la singularitat d’una matèria com la que proposo.
1. Passen ocells brogents per les discoteques. Els pins que s’ajoquen, altívols, es decanten com si passés una fosca ventada. Algú inesperadament s’esbargeix entre els roserals amb un altaveu. 2. Volen els corbs arran d’un sac de llibres ; hem tingut por i hem provat inútilment de cremar-los. Espantats, hem corregut plana endins com una fumera. 3. Bescanvien els cors sota una ombrel.la ; més enllà els llauradors hi canten antigues cançons. Tot té color de cel darrere els puigs que encerclen la vila. 4. L’espetec de les motos esglaia les bruixes ; les bruixes han deixat de sortir a les nits de lluna. Llurs ombres s’allargassen per damunt els teulats i s’hi estimben. 5. Els déus irats rapen la testa dels teòlegs. Escampen per terra exòtiques icones. 6. Es calà foc al bosc i el mar s’endurí com un marbre. Ens sobtà l’esdeveniment i invocàrem les deesses. Emmarcàrem el fet a les parets de l’ermita. 7. Ballaven emboirats al fosc del celobert. Els veïns esperaven el prodigi. 8. Desaven maniquins al fons del soterrani. Entre ferralla vella i caps de gegant abonyegats. El guardià recollia rocs figuratius a les voreres del passeig. 9. Llegim savis antics a la claror d’una espelma. Els rellegim com si fossin novetats. Un eco de veus perdudes entrava pels finestrals. Llur llenguatge ens era desconegut. 10. Feien boles de neu i irregulars figures als barrancs del Montseny. He sentit altra vegada el brogit del silenci. 11. Topàvem pels carrers amb ombres d’altres segles i dèiem “el Temps no és”, i alguns se’n planyien. Vaig ésser jo qui va escriure a les parets els mots que, ja des de la infantesa, em semblaven permanents. 12. Nus i florits lloaven la natura. Suraven damunt el mar rams de flors marcides ; els calancs més amagats n’eren plens. Al nostre contacte revifaven com flors novelles d’una olor que jo desconeixia. 13. Untaven d’olis nous les peces mil.lenàries i enfilaven la pista que duia a les mars celestes. Darrere Les Medes el sol naixent hi abandonava els càlids vermells de llur aparició. 14. Al cim del puig ens vèiem clars i purs com en la nit primera. Pregàven en secret i ens estimàvem. Ens semblava que repetíem els milers de mots captius dels centenars d’amants que han petjat els serrats. 15. Aboquen carbons a les més altes i herboses Planelles. Es miren com si fos la primera vegada, però no es coneixen. 16. Des d’ajustats enginys els nautes del cel espien els astres i el guspireig incert i enyoradís dels terrestres. 17. Des d’una balconada rovellada sis nois amb cap d’anguila llencen els daus marcats i pansits a les donzelles, pels vells carrers inhabitats. Tot és brogit d’ales als afores. 18. En fulls vells i rebregats ens ullprenien els gravats dels ermitans. Plantaren segells nous als lloms mig esquinçats. Tot és antic i nou a la placeta dels somnis. 19. Testaflorits fèiem l’amor a l’ombra d’un paller, voltats de roselles flamejants. Al lluny els camperols bevien amargues llacors. 20. Darrere els murs de nit apagaven la llàntia. Els oms s’inclinaven amb penjarolles de sols llunyans. 21. Omplien vells bidons amb benzina d’ignorada extracció. Els passants deixaven petjades profundes i benolents. 22. Tornaven totes tres amb sang als llavis. Sota els llorers la terra enrogia. 23. Posaven els peus a la pregonesa dels estanys quan la lluna clareja. Algú cantava cançons novelles que l’eco repetia. Vam posar-nos, de nou, la carota. 24. Es descordava el cinyell com si fos un pom de violes. L’encens que flairàvem s’enlairava en espirals més endalt del campanar. 25. L’àngel vingué amb les ales plegades. Ens amagàrem darrere el pontarró de la riera. Tot és U i divers, ens dèiem l’un a l’altre. 26. Tornàvem cor desclòs sota l’espessa arbreda. Ens encoratjava la troballa d’una solitud sense ombres. 27. Desaven els esclops al clot de la Devesa. Corrien per la sorra peus nus ; recollien pedretes amb lletres de mal aclarir. 28. Provaba balls novells amb flaire de flor morta. Els ciutadans corrien enfollits i preparaven els mandrons com en llur infantesa. Els vells parlaven de guerres d’altres temps i invocaven els Dalts. 29. Drets i peluts venien els donzells a la cala interdita. Els pescadors intentaven de foragitar-los. Però un banc de meduses els allunyà. 30. Amb ulls de peix miraven la tela. Cascú hi trobà el seu nom escrit amb sutges calentes. 31. Omplien els dolls en fonts secretes. Els pescadors tiraven llurs xarxes i es deien mots antics. Algun d’ells contava fets esdevinguts a la vila, la memòria dels quals ha desaparegut amb els morts. 32. Juguen a patacons al pati mal endegat de l’escola. Un noi vestit de dol aparegué i escriví damunt la pissarra signes geomètrics i mots fora d’ús. Els altres nois l’empaitaren carrer amunt ; les petges del minyó de la pissarra eren tèbies i aquoses. Van fugir espantats. 33. Passen el túnel els usurers corbats amb un sac de palla negra. Nosaltres havíem parat el paraigua i passàrem el túnel ulls tancats. El sol aparegué amb singulars coloracions. 34. Entren i surten del jardí tancat frares encaputxats amb eines a les mans d’estranya geometria. Deixen un rastre de creus estrafetes. Els xiprers que encerclaven el jardí havien desaparegut. Els savis hi especulen amb rares interpretacions. 35. En un passatge curt i assolellat les amants del poeta, flairants, juguen a fer a córrer. El poeta indolent sesteja damunt un sac buit. Porta a les mans poemes rebregats de singular escriptura. 36. Els guerrers ensonyats davallen del castell. Piulen com els ocells. Amples cuirs gravats amiden l’amplària del fossar. Ningún no preveia el que passaria a l’esdevenidor. Les profecies eren de canvi de segles.
Barcelona, 1 de octubre de 2024 |
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