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Article publié le 27 octobre 2024. oOo El deseo de releer Diari 1918, libro de una vida, compuesto de singular, misteriosa manera a lo largo de ella, y que consideré, sentí extraordinario desde que lo descubrí muy joven, pero también el de adentrarme más en Foix, releer sus libros capitales, Sol, i de dol y Les irreals omegues, y algún otro de sus libros de vanguardia. Los sonetos espléndidos en este catalán por él creado y los poemas de vanguardia, su verdad en ambos cauces, de los que da razón el célebre final verso de uno de estos sonetos –“M’exalta el nou i m’enamora el vell”- y me ha hecho pensar a veces en Gerardo Diego, también sonetista extraordinario y poeta de vanguardia, cómo se ha sabido sentir y glosar al respecto y palabras propias del poeta en relación a esto. A veces lo he recordado al hablar de Foix. Hay, sí, esta doble vertiente, esta conjugación en ambos de tradición y vanguardia. Me explicaré. Pero seguramente no es el mismo caso. Quiero volver a leer los libros centrales de ambas vertientes de la voz del poeta de Sarriá y ya veré qué me dicen y cómo los siento, en ellos su voz me llega. Pero soy curioso y recuerdo que había unas prosas finales, de sus últimos años, antes del discurso que cierra estas obras completas, el de contestación a su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Barcelona. Estas obras completas que compré cuando cerraban la librería Cinc d’Oros -una pena-, y que muy completas son, y por esto en ella se encuentran textos que no estaban en los libros que tenía de Foix. Estas “Proses poètiques dels últims anys (1974-1984)” son el apartado final de la última sección que las cierra, “Obra poética dispersa”. En ésta primero poemas de juventud. Los leo. Es bonito también asistir al principio. Acompañarlo, conocerlo. Ver cómo una voz empieza a buscarse y a darse. Poemas de 1912, “Dues tardes”, “A la noia de Vallvidrera que, per a baixar a Barcelona, s’ha posat un cinturó vermell que era de sa mare”. 1912, 1918, 1919. Poemas publicados en La Revista, Sic, La Cònsola. El poema “Sitges”, la prosa “Capítol II d’una autobiografia”, algún poema muy de vanguardia, que me recuerdan los que encontramos al final de la poesía completa de Seferis, tal uno escrito como una inscripción, dedicado a Apollinaire -un poeta que aprecio mucho-, el poema titulado “Poema” y que empieza con los versos “El campanar de Sarrià es desplaça/ No deixa veure la moto que porta els diaris”, un “Epigrama”, un “Poema de Catalunya”, que es poesía visual, una figura muy sencilla y que en su simbolismo es completa, no puede decir más y dice del todo una época y su sentir y su pensamiento. Es un triángulo y en cada uno de sus lados se lee, en mayúsculas, MAR MEDITERRANI. Recuerdo que tengo por leer un tercer volumen de las obras completas que se editaron de J. V. Foix hace más años, titulado Articles i assaigs polítics. He querido leerlo a veces y pensado tendría un alto interés, y que encontraría en ellos una meditación sobre la cultura que me diría una época, como la dicen también las glosas de D’Ors. Pero he vuelto a su poesía, y en sus poemas está ese tiempo y su pensamiento, el sentir y la vida que tienen dentro. Así me lo dice y lo recuerdo ante este singular “Poema de Catalunya” publicado en el número 11 de La Cònsola, del 11 de septiembre de 1920, y que no puede ser más significativo. Cierra esta sección, “Primers poemes divulgats (197-1920)”, un “Poema de Sitges” publicado en Terramar en 1920 y que es un caligrama y también dice un tiempo. El siguiente apartado, “Altres poemes en prosa i en vers (1929-1936)”, se abre con unas “Notes del “Diari””. Ya el Diari, la obra de una vida. Su prefiguración, su visión, su sentimiento. Su realidad, su verdad. Foix está ligado a mi vida, lo está en sus expresiones, y también en sus escenarios y en sus personas. Me lo dirán las dos prosas siguientes, “Plaça de Catalunya” y “Josep M. de Sagarra”, reunidas bajo un título común, “E. A. J. – I, Radio-Barcelona”. Las transcribo :
PLAÇA DE CATALUNYA Mitja nit : Plaça de Catalunya. He deixat l’escala recolzada a les pedres degudes de l’enderroc de l’edifici nº 12, -Pallars i Gamandé, constructors. És una petita escala pintada del vermell més viu per mor de les boires del 13 i 14 de gener i dels guants de blanc impermeable dels guardes reguladors. Ningú. S’esforçaran a demostrar el contrari els redactors de La Noche : no, a mitja nit, a la Plaça de Catalunya, no hi ha hagut mai ningún. (I aquella vella, tota de negre, que simula un son letàrgic al peu de les escales d’entrada a N.-O.?) No havia abandonat mai la meva petita escala vermella. Em cal, però, interrogar, amb urgencia, aquel carnal relleu geològic. (Damunt l’estació vella de Sarrià s’eleva, a 300 metres, una columna de foc. Creuen, damunt la mansarda de l’Hotel Colom, uns ocells grocs que es despleguen en formació militar. Llegeixo : PEAORU, EAORUP, ORUPEA. És imposible confegir). I vós ? Entre jo i la vella hi ha plantejat tot el misteri de la ciutat. I vós ? Si em respongués sabria com mou els llavis i els ulls. Què hi feu vós, ací ? Cerco la faç anciana a través del cel negre, espessíssim. I vós ?, crido, més fort, per tercera vegada. Però la meva veu ressona, al mig de la ciutat, com la veu de mil monstres a cor. Li arrenco el vel. Violació ? Al cor de la ciutat només hi sóc jo, faune, sàtir, monstre, sàdic, carregat, miserable, amb la petita escala vermella. El fons del carrer de Pelai és tapat per una mòbil cortina de mans de cel.luloide amputades.
JOSEP M. DE SEGARRA Batré En Josep M. de Segarra, en duel. És una convicció. El cerco temps ha pels corriols del parc del Marquès d’Alfarràs, entre uns tells d’alumini i una fontana morta. Serà un duel singular : tinc el propòsit de deixar-lo mut. Venjança cruel ! No li clavaré l’espasí al cor, ni li pistolejaré el cervell : conec la força hipnótica del meu polze dret. Sé l’hora que deserta, amb un barnús florejat, el tou de margarides del peu del pedestal de Neptú. Mut per sempre, allargarà deu centímetres el coll i, amb l’esforç que farà per recobrar la paraula, el doblegarà com un pelícan. Vint mil versos sota el braç, es una tona mortal de peix. Em rentaré les mans amb la llet més pura de les cabres muntanyenques del Bergadà.
El número 12 de Plaza Cataluña. El número de al lado, Plaza Cataluña, 14, era casa de la familia de mi madre, los Girona, y en esta casa estaba también el Círculo Artístico. Mi madre jugaba en esta casa de niña. Allí se hizo una herida en la mano y como sabían que su padre médico, cirujano, estaba en un dispensario de la calle Tallers fueron corriendo con una tía hasta encontrarlo. Su padre le salvó la mano. Pudo verse la marca de la herida hasta el final. Allí los juegos y las reuniones de familia. Tantas historias. Y Josep Maria de Segarra me hace pensar también en algo familiar e íntimo, me hace pensar en mi padre. Mi padre ayudó a fundar al Padre Pedro, Peter Yang, el primer restaurante chino que hubo en Barcelona -y seguramente en España-, que estaba en la calle de la Ciudad. Era una absoluta novedad en ese tiempo, y no sabían cómo iría ni qué respuesta tendría. Mi padre conocía a Josep Maria de Segarra y pensó que podría ayudarles si escribía un artículo y elogiaba la comida china, para los barceloneses por completo desconocida. Segarra citó a mi padre en el Ateneo Barcelonés y allí se encontraron. Muy gentil Segarra publicó este artículo, como le pidió y deseaba mi padre. Al salir del Ateneo mi padre le comentó que era fea la Plaza Villa de Madrid. Es verdad. Quizá ahora ha mejorado, pero muchas veces, yo joven y mirándola desde la biblioteca del Ateneo, así también lo sentía. Parecía que tuviera que acabar de apedazarse. Segarra estuvo de acuerdo, y le dijo : “Però si tot el país és un’olla, ja està bé que aquesta plaça sigui un’olla”. Lo digo porque un poeta te dice a ti y te recuerda algo íntimo, y a la vez dice a todos. Creo que Foix estaría de acuerdo. En alguna ocasión, en sus últimos años, expresó que sólo muy enraizado en sus ambientes y sus lugares que le son más propios -los personales, los familiares- es como el poeta será a la vez universal. Creo que es así, y Foix es un ejemplo máximo de que así es. Su voz no puede ser más personal y única, sabemos que es la voz de otro y no la nuestra, y a la vez nos dice. Y así también el Sarriá de sus poemas y sobre todo de sus poemas en prosa, que tanto aprecio, es lugar personalísimo -y más aún como aparece en estos poemas- y a la vez es paisaje de todos. Las “Proses poètiques dels últims anys (1974-1984)” acaban con “Cinc proses sense data”, que preceden al discurso final que cierra esta obra con el ofrecimiento y el regalo de un último y nuevo conjunto de células líricas. La primera -lo leo en las notas explicativas finales- es dictada por el poeta, como seguramente las otras. Ésta primera la contó en varias ocasiones Foix, y se refiere a Sarriá. Las otras dicen el paisaje de los veranos. Dice y está este Sarriá al final, como está al principio, lo decía el otro día al leer sus últimos y primeros libros, y lo veo también ahora. Quiero por esto traer esta prosa de Sarriá, porque esto dice -y dice más cosas-, y de las del verano escojo una en que está el rosa del crepúsculo :
ANAVA PEL CAMÍ vell de Pedralbes, en una mitja tarda de tardor, i vaig ensopegar amb tres velletes, una d’elles amb bastó, em van aturar i em van preguntar si jo era En Josep de can Foix. Els ho vaig confirmar amb un to d’estranyesa, tot demanant-li, a la que em va semblar més decidida, per què si’interessaven per la meva identitat. -T’has fet gran i el cabell se t’ha aclarit ; però si és ben bé ell ! ¿Com és, si ho recordes, que ballaves en temps de festa amb les que a nosaltrs ens semblaven més allunyades d’allò que crèiem que era el teu tarannà ? -Mireu -els vaig dir-, si m’heu reconegut, és potser per la manera de caminar dret i que a alguna de vosaltres, tan primmirades, els pot semblar la d’un tibat ; però els meus ulls, com distrets, vaguen per planells poc avinents per descubrir i les passes se m’allarguen, com si temés el mal temps. -Hem sentit a dir que escrivies llibres de mal entendre i que feies rodolins com l’avi de can Claro. ¿Vols dir que, per al teu bé i el dels teus, no valdria més que ajustessis els cargols de les frontisses de les cases del carrer Gran ?
AQUELL DIA, NO fa pas gaire, la posta de sol era semblant a d’altres postes de sol que jo he conegut al Port. El mar havia mancat i reflectia els colors de la posta. Però no eren vermelles, sinó de color rosa. I, oh meravella !, les muntanyes, fins al pic de Sant Salvador, eren rosa ; les cases que es reflectien a l’aigua eren rosa i els arbrats del passeig també tenien el mateix color rosat. Tot d’una es va deturar un cotxe del qual en van baixar quatre noies joveníssimes. Van prendre el color rosa d’aquella hora misteriosa i, alliberant-se de noses i embulls, es van llançar a l’aigua. Tot era rosa en aquell petit instant memorable. Em vaig recordar d’una revista que feien al Folies Bergère en una meva estada a París que duia per nom Noies en rose. Em vaig sentir enyorat. La realitat, com sempre em passa a mi, va esdevenir una petita meravella.
Hay otro apartado misceláneo, “Altres poemes (1963-1973)”, que pese a tener este carácter contiene poemas emblemáticos, como aquel en que están Ramon Llull y Juan XXIII y se titula “Tota amor és latent en l’altra amor, tot llenguatge és saó d’una parla comuna, tota terra batega a la pàtria de tots ; tota fe serà suc d’una més alta fe”, o “Tots hi serem al Port amb la desconeguda”, dedicado a Gabriel Ferrater, que entendió y defendió tan bien su obra. El primero de estos poemas se titula “Tot n’és ple”, y este título es también el continuo estribillo del poema, que se hace con él. Pienso que puede decir la voz de Foix. Que su voz es un todo que se hace de caminos y lenguas, de tendencias, de convicciones, que en ella se fusionan y convergen. Y que, pese a esta apariencia de carácter doble que he comentado esta apariencia esto es y en lo profundo la voz es una y una la singular visión del mundo, en tradición y en vanguardia. Y los libros centrales de Foix, el de sonetos, y los más capitales de sus poemas de vanguardia. Sol, i de dol lleva una nota previa que significativamente no se titula prefacio o prólogo o pórtico, sino “Descàrrec”. Es breve. Empieza así : “Lent, aquest llibre recull els sonets que l’autor escriví el 1913, el 1916, el 1918-1923 i el 1927. Els més aparentements dissemblants poden ésser contemporanis, els més discrepants -en aparença ?- d’altres versos seus són, per ventura, i en el temps, contigus ; les locucions més llibresques no són pas sempre les més antigues. Els que tanquen el volum són recents, i hi han estat incorporats en ordenar-lo./ Els sonets aplegats sota els epígrafs “Tant ai mon cor ple de joia” i “M’allegro e canto nella stagion novella”, escrits en dies ja colgats, pertanyen a una tria, feta amb pròdiga benevolència pel mateix autor, d’un recull més vast que no pensa publicar. Hi provava d’expressar, incidentalment, en ritmes vells i sons arcaics, les follies vitals i estètiques entenedores només per als qui foren cincumstants. Dubta d’haver-hi reeixit”. Aquí la expresión de una duda, la de haber logrado salir con bien de tan insólita aventura, de que ésta diera un fruto que fuera un logro. La insólita aventura es la simbiosis si se quiere extravagante entre lo más arcaico de la tradición y las novedades de los últimos tiempos, que llama sencilla, significativamente locuras –“les follies vitals i estètiques entenedores només per als qui en foren circumstants”. Da fe de su conciencia del riesgo y carácter por completo insólito de esta aventura, como así la digo, la línea siguiente : “Llur publicación quan els escriví hauria semblat, a l’autor, una insolència ; ara l’afecta com una maceració”. Y el siguiente párrafo expresa su conciencia de la pertenencia a una comunidad natural de cultura, que es el de las lenguas hermanas, y esta conciencia y el resultado que da nutrirse de ellas forma parte también de esta insólita aventura : “L’autor no intenta plaure ; ni displaure. Ni complaure’s. De què no fa, tampoc, expedient. Però il.lustra la seva afecció pel dolç romanç que li assigna una estirp terral i la permanència a la vasta comunitat que acull, en un mil.lenari, els seus, els provençals i els toscans”. Veo y siento, al leer estos sonetos, cómo se da en ellos esta curiosa simbiosis entre viejo y nuevo, cómo en este aparentemente tan formal cauce y en su casi inventada lengua son por completo modernos y rompedores. Quiero que dos sonetos se presenten a sí mismos y puedan decir esta unión de aparentes contrarios -que como en ellos vemos no lo son-. No son sonetos que se cuenten entre los que habitualmente se seleccionan de este libro, Sol, i de dol, pero en el primero de ellos se encuentra el verso “El mot novell, i el vell que l’art relliga”, y quizá puedan expresar este sentir y esta visión :
Fuig el real però la sang m’aviva I tot és bell, i el món em dón’ gaubança, I si em complac en la foresta aspriva, Exult en plor davant la plana mansa.
L’herbei, el roc, la rel, l’aigua captiva, El joc de nuus, al tard, la nit que avança, La nau desfeta en la borrosa riba, L’ocell al ras i l’ombra que l’atansa.
El vent que alça castells i mou la mar, I al lluny, entre dos llustres, l’estel rar, I en carrer tort la cançó de l’auriga ;
El fenc humit, els olis de l’hangar, El mot novell, i el vell que l’art relliga, Tot l’or espars en una estampa antiga !
Si en golf d’argent el cor és l’insurrecte I d’un veler fuig mite, i la dolor Del viure espars abat amb el braó De qui acusa l’idol i la secta ;
Si entre alga i roca escolt l’home provecte, I el cos nodresc de sals i de claror Per la Mar Immortal ; si la Raó M’alimenta el coratge, i l’intel.lecte
M’és bruíxola i guió, ¿per què el traüt De volum i color em dóna desvari I en terra, ferm, colc un dogma arbitrari
O en vespres calds proclam la incertitud ? Pugna en mi el nihilista i el gregari I en arenys morts recal en fals llagut.
Y tras dos sonetos, dos sonetos más, en los que en uno de ellos nos dice claramente : “Em fan un tot on visc i em meravell”, y habla a continuación del “cant extrem”. “Si del todo vivir, decir del todo” escribió Jorge Guillén en “Vida extrema”, y de esta manera nos lo dice en estos sonetos Foix. Así vive y se dice y da en su canto como un todo, este todo que es su voz y como un todo se da tal canto extremo. Vivo y me maravillo. El asombro, la maravilla. Y el milagro del arte, y la libertad. Aquí estos dos sonetos :
¿Quin mar furiós quan bufa el foranell, Quin cel tancat sense folc ni telera, Quin tany sangós, quin casalot sense era Em fan un tot on visc i em meravell ?
¿Quin cant extrem, la nit, d’aigües i ocell, Quin blat novell, a ple sol, quina espera D’un cos total que l’ombriu arrecera Em fan un tot, estrany, de foli vell ?
No és follor, ni dol, ni cal metgia Si l’ull voraç afalaga la ment Amb pedruscall a tal de pedreria ;
En sina d’or de nimfa adolescent El vidre és llum d’estel, l’alba naixent, I el drap grosser teixit d’argenteria.
Si llibertat està en coratge d’hom, No vull, corfós, ni les mans de cristall Per esguardar el pregon d’aquesta vall, Iris ni llum que encisin el meu nom.
Ni els ulls carnals oberts a cap tocom Sense molló, ni el cos colgat d’un fall, Ni el Signe Ocult al capvespre d’un call, Ni el braç estès interrogant el com,
Ans el pit fort, i el braç i el glavi nu, El cor encès, el seu ritme segur, El pas ardit vers l’horitzó novell.
I entre espers folls, abatres en mi el volpell ; I en camp obert i en el combat més alt, Les hosts d’escarcellers del Tot i l’U.
La nota que abre y precede los poemas de Les irreals omegues es más que modesta, y se titula sencillamente “Excuses”. Dice así : “Els 13 poemes inclosos en aquest llibre pertanyen a un recull més vast. L’autor, que no gosa rectificar, ara per ara, la seva posició d’investigador en poesia, en preferir llur inclusió en dos volums creu facilitar-ne la lectura i, per ventura, la comprensió./ La data que acompanya individualment els poemes en susbcriu provisionalment l’experiència i no en tanca el procés./ En els títols que els precedeixen a manera de pròleg assaja d’aclarir-ne la intenció”. La expresión investigador en poesía, que vimos volvía a emplear para definirse en aquel discurso en la Universidad de Barcelona al final de su vida, la conciencia y voluntad de facilitar en lo posible la comprensión de una obra de creación que comprende que resulta una aventura insólita. Sabemos también por aquel discurso final, pues allí así nos lo dijo, que estos originales títulos largos de los poemas muchas veces eran células líricas. Que se iban cumpliendo y desarrollando en y con el tiempo. En las líneas previas que son estas “Excuses” da una razón capital, que expresa una conciencia, y es pareja respecto a estos poemas y a la que hay en las células líricas, y es que la fecha de los poemas “subscriu provisionalment l’experiència i no en tanca el procés”. El proceso de creación está vivo y puede continuar. Veremos ya al principio las obsesiones y las expresiones con que las encarna y dice, y cómo éstas vuelven a encontrar su lugar en poemas y prosas de madurez. Así en este todo que es la voz de Foix, y que ya busca y empieza a tantear en su principio. Y se va dando, sumando, encontrando. Si al leer los sonetos de Sol, i de dol que se tienen por arcaizantes he podido sentir y apreciar lo rompedora y nueva que era su visión, he de decir que estos poemas tenidos como de vanguardia dan también una impresión insólita, pues no están lejos en su expresión, en lo profundo, de la que se encuentra en los sonetos. Aquí este presunto carácter doble de la obra y voz de Foix se nos presenta, como me hacía intuir el volver a leerlo, como algo que es más bien una apariencia. He dicho que a veces he recordado el caso de Gerardo Diego. Con mucho acierto Manuel Altolaguirre le dedica un ensayo le dedica un ensayo que titula “Gerardo Diego, poeta impar” -y en el que lo califica también de “impar y doble”-, y lo presenta así : “Porque Gerardo Diego, además de la virtud de la humildad, tiene otra para mí mucho más estimable : su sinceridad. La dualidad de su obra ha sido señalada como una contradicción o incongruencia. Se le ha acusado de doblez moral y de cobardía, al abandonar las heroicas trincheras de la vanguardia para congraciarse con la rutinaria burguesía. Y al revés, de abandonar la santa tradición para fingir cabriolas que le sitúen ventajosamente”. Creo que en su caso es muy cierta esta duplicidad, este carácter doble. Nos lo dice Manuel Altolaguirre un poco más adelante –“Gerardo Diego, poeta impar y doble, recuerda el caso de don Luis de Góngora, poeta culterano y popular, según sus diferentes modalidades”. Y trae unas palabras del propio Gerardo Diego a continuación y para apuntalar las que antes nos ha dicho : “De estos ataques, que el mismo poeta señala en el prólogo citado, se defiende con elocuencia : “Si algo puede absolver mis pecados poéticos, es mi pureza de intención. Mi sinceridad ha sido siempre absoluta. Y he puesto en cada uno de mis libros y estrofas la máxima autenticidad de emoción… No soy responsable de que me atraigan simultáneamente el campo y la ciudad, la tradición y el futuro ; de que me encante el arte nuevo y de que me extasíe el antiguo ; de que me vuelva loco la retórica hecha, y me torne más loco el capricho de volver a hacérmela, nueva, para mi uso personal e intransferible…””. En un poema de juventud he leído cómo Foix decía como valor capital de un pintor que le parecía era sincero. Está la sinceridad en su voz y su sentir y la particular manera en que se da. Otra cosa es que esta voz, aparentemente también con un carácter doble -tradición y vanguardia-, se va sumando y componiendo en sus elementos más como un todo. En el caso de Gerardo Diego sí es muy evidente y palmario este carácter doble que de él señala y con el que lo define Altolaguirre, y hay esta variedad técnica. El caso de Foix en esto también es otra cosa. Así me lo hace sentir al releerlo. El siguiente libro de poemas de vanguardia, On he deixat les claus…, tiene una nota previa que se titula “Raons” y dice así : “No tots els poemes d’aquest recull, diversos en llur substància i distants en el temps, són, com els que en llur títol comencen per “Els assalariats del somni…” i “Per les cales ramoses…”, fragmentaris. Aquests tenen, latents,tot d’estrofes que l’autor no es desdiu de publicar en circumstàncies més còmodes. Aquells, candorosos o agressius, han aparegut en impresos breus, incidentals, o han estat transcrits, amb la vènia de llurs possessors, de fulls manuscrits o d’estampes efímeres. Ni tampoc no hi són tots ; a l’autor li costa, ara pera ara, de reconèixer la validesa./ No és pas que el títol inicial del llibre : És quan dormo que hi veig clar, en resumís el contingut. Ni al.legava, ni excusava ; ans, seguint nobles precedents, no pas acadèmics, fixava un vers que alguns lectors del manuscrit havien triat amb menys d’obstinació. En substituir-lo per un dels versos del poema que encapçala el recull, l’autor esquiva un prejudici i assaja una aproximació. Ni l’un ni l’altre, doncs, ni defineixen ni expliquen./ L’autor no intenta beneficiar-se de la seva plural exploració”. La dificultad en el conocimiento y la comprensión de una obra poética como la que él realiza, esta conciencia y también la pregunta y la duda sobre su validez. Ni define ni explica el verso que se ha hecho muy célebre (“És quan dormo que hi veig clar”) ni el que ha puesto como título de este libro, y la final sentencia que todo o casi todo clarifica : “L’autor no intenta beneficiar-se de la seva plural exploració”. Exploración plural, así está muy bien dicho, como él mismo nos lo dice. Nos dice qué es su aventura poética, su investigación en poesía. De la que no intenta beneficiarse. De la que quizá no sabe qué espera. Pero se cumple y nos llega, y se va haciendo como un todo. De este libro traigo el primer poema, que me gusta y en el que pienso que se puede ver este título largo y singular que llevan muchos poemas de vanguardia y resulta un signo característico. Hay títulos más largos y enredados. En éste está el demonio, un demonio que aparece y vemos en la Sarriá de Foix y sus poemas. E, igual que una visión y sentir muy singulares del mundo, una visión de verdad original y rompedora podía decirse en un soneto, pueden decirse también en versos ceñidos, como los que encontramos tras este a la vez explicativo y enigmático título :
VAIG ARRIBAR EN AQUELL POBLE, TOTHOM ME SALU- DAVA I JO NO CONEIXIA NINGÚ ; QUAN ANAVA A LLEGIR ELS MEUS VERSOS, EL DIMONI, AMAGAT DARRERE UN ARBRE, EM VA CRIDAR, SARCÀSTIC, I EM VA OMPLIR LES MANS DE RETALLS DE DIARIS
¿Com se diu aquest poble Amb flors als campanars I un riu amb arbres foscos ? On he deixat les claus…
Tothom me diu : -Bon dia ! Jo vaig mig despullat ; N’hi ha que s’agenollen, L’altre em dóna la mà.
-Com me dic !, els pregunto. Em miro el peu descalç ; A l’ombra d’una bóta Clareja un toll de sang.
El vaquer em deixa un llibre, Em veig en un vitrall ; Porto la barba llarga, -Què he fet del davantal ?
Que gent que hi ha a la plaça ! Em deuen esperar ; Jo que els llegeixo els versos, Tots riuen, i se’n van.
El bisbe em condecora, Ja els músics han plegat, Voldria tornar a casa Però no en sé els topants.
Si una noia em besava… De quin ofici faig ? Ara tanquen les portes : Quin sap on és l’hostal !
En un tros de diari Rumbeja el meu retrat ; Els arbres de la plaça Em fan adéu-siau.
-Què diuen per la radio ? Tinc fred, tinc por, tinc fam Li compraré un rellotge : Quin dia deu fer el Sant ?
Me’n vaig a la Font Vella : N’han arrencat els bancs ; Ara veig el diable Que m’espera al tombant.
El primer poema de este libro, y también el último, el poema titulado “Dèiem : la nit !...”, que siempre me ha gustado y nos dice cómo puede ser un símbolo. Quería leer Diari 1918 y voy a hacerlo. Me he distraído con principio y final de Foix y poemas dispersos y también con libros capitales. También con textos singulares que se encuentran en estas obras completas, que tienen como subtítulo “Obra poètica en vers i en prosa”. Fieles a éste, alternan verso y prosa. Es una edición que permite acceder como digo a textos singulares pero muy sustantivos, tal aquel discurso final del poeta. Pero recuerdo que en la adolescencia leía reunidos, juntos, los poemas en prosa del Diari 1918. Se presentaba como un valor el que se dieran a conocer y pudieran leerse reunidos, y creo que lo es. Porque, por los caminos singulares en que se daba en él la creación, el poeta iba desarrollando y componiendo estos poemas en prosa con el paso del tiempo, y fue publicando por ello distintas compilaciones de éstos. Pero, como sabemos también por notas explicativas en que nos ha hecho notar su sentir, eran provisionales. Y en su visión estaba este libro unitario y también como un todo de poemas en prosa, y el título Diari en él significaba también esta voluntad de que tuviera 365 poemas, como los días del año. De aquel año que dijo 1918 y está en su título. Pienso que así lo voy a leer, del mismo libro unitario en el que leí sus poemas en prosa adolescente o muy joven. Habré llegado a él tras otros libros capitales de poemas y otros textos diversos y dispersos. Creo que en los poemas en prosa, y más al leerlos como un conjunto unitario, podré apreciar también cómo su voz y los singulares elementos con que se compone se da como un todo. Aquí y antes de leer los poemas en prosa de Diari 1918 el poema “Dèiem : la nit !...”, que cierra el libro de poemas On he deixat les claus… y nos dicen cuánto es el símbolo en esta voz :
DÈIEM : LA NIT !...
Dèiem : La Nit !, en una nit oberta Al rost del Temps, més enllà del morir, Quan les negres foscors són un florir D’aigües i veus, i focs, en mar coberta.
Per tu i per mi no hi havia, deserta, Ni mà, ni llar, ni celler sense vi ; Tots en el Tot, sabíem el camí Just i reial de la Contrada Oferta.
Junts érem U en la inmortal sendera, L’alè indivís, el vent que venta l’era, I un mot, el Mot, era el parlar comú.
Serfs de la llum i lliberts per l’espera, Forts en el fort i assetjats per Ningú, Ens ombrejava una sola bandera.
Barcelona, 19 de octubre de 2024
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