La política de Trump de aislarse de los países latinoamericanos bajo el pretexto de que no entren más migrantes a Estados Unidos está favoreciendo de manera directa al gigante asiático, China, que ocupa un lugar primordial en el contexto económico mundial. Si de por sí la maquinaria china produce gran parte de lo que se consume en electrónica y telefonía celular, al cerrar Trump las fronteras, los países latinoamericanos tienen en los reyes del oriente, los chinos, una verdadera opción. Nos recuerda cuando el mismo Estados Unidos buscó romper el flujo de petróleo a Libia proveniente de China y Rusia. De allí la campaña internacional para derrotar al dictador libio y convencer al mundo de sus buenas intenciones. Sin embargo, a pesar de su hegemonía, la franca torpeza de la administración americana, da al traste con su dominio hasta ahora casi totalitario. Ha cometido error tras error. Y el de lanzar a Latinoamérica en manos de sus grandes enemigos por impedir el acceso de migrantes y formalizar su muro, no hace más que darle el camino del triunfo económico a los reyes del oriente.