Narrador.
Pero los malos y los impostores serán cada vez más fuertes. Engañarán a otros, y ellos mismos serán engañados. 2 Timoteo 3:13 [NTV] .
Escenario. Una ventana que da lugar a un amplio campo, lleno de flores. En medio, una poltrona, sobre la cuál está el Hombre, sentado, con una pierna cabalgando sobre otra. Al abrirse el telón habla.
El Hombre.
Vivimos una época complicada, en la que los impostores están a la orden del día. Se disfrazan de buenas personas, y parecen serlo. Tienen don de hablar, caen bien. Incluso, logran engañar a muchos con sus suaves palabras. Saben vender su imagen. Los puedes encontrar, ocupando un espacio como servidores públicos, e incluso, en las mismas iglesias. Hacen mercadería de la gente, para sus propios fines. Adolfo Hitler, logró cautivar con su mensaje de odio y racismo a toda una generación y sigue influyendo aún ahora. Su habilidad era impresionante. Pero a veces, el impostor parece una oveja. Tiene modales de oveja y convence. Es más peligroso aún. Estemos atentos contra estos mercaderes de la verdad, que tienen pelaje de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Señor ayúdame a ver al impostor.
El verdadero creyente brilla con sus acciones, no con sus palabras.
( El Hombre sonríe y el telón cae terminando la obra).