Retour à la RALM Revue d'Art et de Littérature, Musique - Espaces d'auteurs [Forum] [Contact e-mail]
  
Con Luis Cernuda
Navigation
[E-mail]
 Article publié le 12 mars 2023.

oOo

I

 

LEO, COMO DESEABA hacer, estos textos testimoniales y de poética y sobre poesía muy primeros de Cernuda, de años cruciales –“Soledades de España. Con el Museo del Pueblo”, “Los que se incorporan”, “Poética”, de 1933, 1933, 1932, 1934-, y llego, enseguida, a “Unas palabras sobre la poesía española actual”. Empieza : “Una de las actividades donde más vivo se manifiesta hoy el espíritu español es en la poesía. Poco o nada conocido entre nosotros ese movimiento, su manifiesta vitalidad le ha permitido, sin embargo, pasar las fronteras. Reciente está la publicación en Berlín de un volumen con traducciones de los más destacados poetas actuales ; antes habían aparecido en Francia e Italia libros también dedicados a nuestra poesía, sin referirnos a numerosas traducciones aisladas en francés, inglés, griego y otros idiomas. No es, pues, pretensión injustificada la de acercarse al lector popular para informarle de este hecho tan interesante y significativo”. Y quiere dar noticia, comentar la publicación de esta antología, situar a esta nueva generación, incardinada a su tradición. Todo esto. Y más. Porque Luis Cernuda nos dice qué es la poesía, cómo se da y se siente, y cómo se puede llegar a ella, a su comprensión, e intentar acercarla. Quienes hemos tenido, con mayor o menor vocación en principio para ello, que acercar la poesía a otros, quizá sin un designio primero de así hacerlo, pero que al encontrarnos en esa tesitura hemos pensado cómo hacerlo y procurado hacerlo desde el respeto a lo que es la poesía y a quien la recibe e intentamos acercarla, hemos de sentir profundas y verdaderas y muy cuidadosas sus palabras. Siento al leerlas que los escritos testimoniales y críticos de Cernuda nos hacen estar en él mientras lo leemos, en el centro de su obra, como decía el otro día, pero también que sentimos que estamos, que estoy con Luis Cernuda, y lo siento especialmente de algunas cosas que nos dice. Y las de este texto de 1936 pueden ser ejemplo de ello. Así sitúa a la nueva generación en la gran tradición a la que pertenece : “Pero conviene advertir al mismo tiempo que esta poesía actual, tantas veces tachada injustamente de oscura o difícil, no ofrece mayor dificultad u oscuridad que nuestra poesía clásica, romántica o moderna ; que Berceo, Santillana, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Góngora, Lope, Quevedo, Bécquer, Rosalía de Castro o Juan Ramón Jiménez. Quien haya leído y apreciado algo de algunos entre estos poetas puede igualmente leer y apreciar a Guillén, Alberti, Altolaguirre”. Y luego nos explica qué es la poesía y cómo se da y llega y se transmite de sencillo y claro modo : “Lo que sí ocurre, y debe tenerse bien en cuenta, es que no toda persona tiene aptitud o capacidad para la poesía. Un comentarista francés hablaba de la poesía comparándola a una misteriosa corriente, a un extraño fluido que ciertos cuerpos pueden recibir y transmitir y otros no ; exactamente como ocurre con el fluido eléctrico, del cual unos cuerpos son buenos conductores y otros malos conductores. Es decir, que la poesía, como toda actividad humana, requiere una determinada inclinación instintiva ; inclinación que en el poeta es activa y pasiva en el lector, aunque su origen sea uno solo. Y lo mismo que no sentimos todos con la misma intensidad, ni tampoco nos es común su instinto, actividades como la política, la investigación científica o la deportiva, exactamente igual ocurre con la poesía”. El acercamiento a la poesía ha de tener un modo, un intento de llevar a ella. Una actitud, una comprensión y un respeto. Así nos dice acto seguido : “No se deduzca de ahí, sin embargo, que la carencia de esa innata inclinación hacia la poesía tiene carácter peyorativo con respecto a un hombre. Aquí sólo se indica como nota bastante frecuente en muchas personas y que, por lo demás, puede estar compensada con otra inclinación hacia diferente actividad útil o bella. Mas puede suceder, y con triste facilidad sucede, que un hombre lleve dentro de sí, atrofiado o dormido, como el son que duerme en las cuerdas del arpa, según la rima becqueriana, el instinto poético, y entonces es cuando hay que despertarlo y encauzarlo por su verdadero camino. Toda atención en este punto es poca ; decimos “verdadero camino” porque preferible es dejar estéril esa hermosa posibilidad antes que encauzarla por un sendero falso”. Y más adelante : “Cuando un espíritu se sienta instintivamente atraído por la poesía basta con darle conciencia de sí mismo y encausarlo, si él por su propia cuenta no lo hace ; pero no se le fuerce, porque una vez orientado ya recorrerá su camino hasta donde sus facultades le permitan. Juan Ramón Jiménez, en el prólogo a su libro Poesía, escogida para los niños, dice taxativamente “que nada importa que el niño no lo entienda, no lo “comprenda” todo. Basta que se tome del sentimiento profundo, que se contagie del acento, como se llena de la frescura del agua corriente, del sol y la fragancia de los árboles ; árboles, sol y agua que ni el niño ni el hombre ni el poeta mismo entienden, en último término, lo que significan””. Creo que la poesía es para todo el mundo, siempre lo he creído, y que ésta es la fe que sostiene el atreverse y permitirse uno el intentar acercarla. Que otros reciban el impulso del poeta, como nos dice al final de este texto Cernuda, refiriéndose primero a esta recepción de un modo digamos general y luego concretándola en el caso de su generación y la tradición a la que pertenece. Y en efecto acaba así este texto : “Y aquellos que en la lectura se sientan arrastrados por ese impulso del poeta son los únicos verdaderos lectores de la verdadera poesía. Por tanto, nuestra actual poesía, desde Moreno Villa, Salinas, Guillén, Gerardo Diego, hasta García Lorca, Aleixandre, Alberti y Altolaguirre, no debe mirarse como un difícil grupo de poetas aislados, sino como brillante continuación de nuestra gran poesía española, ya que es tan auténtica como ella y su comprensión no requiere distinto camino”. Quiero continuar leyendo los textos de Cernuda que deseaba y pensaba leer. Pero escribo estas líneas, y traigo éstas suyas. Para decir que muchas veces, al leerlo, y al leer su discurrir sobre poesía, un pensamiento de fondo o un matiz, sentimos, siento que estamos -estoy- con Luis Cernuda.

 

 

II

 

Y TAMBIÉN ESTOY con Luis Cernuda, pienso, siento, especialmente y profundamente con él estoy cuando nos habla de su amigo Federico García Lorca en el precioso texto que para él escribe en 1938 en Londres, titulado con el nombre del poeta amigo y debajo, entre paréntesis, como subtítulo, la palabra Recuerdo. Fiel a ella yo lo he recordado siempre y lo he tenido siempre presente. En la semblanza que traza, en su comprensión profunda, en lo que él sí supo ver y nos sabe trasladar como pocas veces he leído cuando se nos rememora a Federico. Unas palabras profundas y verdaderas, sobre aspectos y cuestiones fundamentales. Extractaré algunas, poniendo sólo acotaciones. Pienso que es una manera, una suerte de homenaje a García Lorca, y también a Luis Cernuda y su profundidad, su acierto y su tino. Palabras de poeta sobre poeta, profundas como raíces, despidan en este momento a las mías. Aquí a trozos y con acotaciones van. Aparición de Federico García Lorca, y en la aparición la realidad y el deseo, la superficie y lo profundo. “Estaba en compañía de otros jóvenes escritores de su generación. Acababan de aparecer en algunas revistas sus primeros romances gitanos ; sus poemas inéditos, sus dibujos, pasaban de mano en mano entre amigos y admiradores. Se le jaleaba como a un torero, y había efectivamente algo de matador presumido en su actitud. Le iba cercando esa admiración servil tan peligrosa, que en pocos instantes puede derribar a alguien con la misma inconsciencia con que un momento antes le elogiaba”. Federico García Lorca al piano. La magia. “Se puso al piano. No tenía lo que se dice buena voz. Más tarde he oído en boca de cierta cantante algunas de estas viejas canciones populares que él mismo le enseñó. Nadie les ha sabido dar el acento, la energía, la salvaje tristeza que Federico García Lorca les comunicaba. No era guapo, acaso fuera todo lo contrario, pero ante el piano se transfiguraba ; sus rasgos se ennoblecían, revistiéndose de la pasión que sin elevar la voz, subrayándola fielmente con la del piano que tan bien manejaba, fluía desde el verso y la melodía. Había que quererle o dejarle ; no cabía ya término medio. Esto lo sabía él y siempre que deseaba atraer a alguien, ejercer influencia sobre tal o cual persona, se ponía al piano o le recitaba sus propios versos”. Federico García Lorca, la vida, un río. “Al pasar de unos a otros la imagen de una persona puede deformarse hasta un punto que apenas se la reconoce. Tantos han hablado de Federico García Lorca, insistiendo sobre una no muy exacta figura suya, que los amigos no le hallamos tras esa leyenda -es verdad que muchas veces los amigos de un hombre excepcional pretenden que éste no sea más de lo que ellos piensan.// Nadie que conociera a Federico García Lorca o que conozca bien su obra le hallará el menor parecido con ese bardo mesiánico que ahora nos muestran y al que le quieren reclutar un publico por los campos y talleres españoles. Su poesía no necesita esa póstuma deformación para encarnar como encarna la voz más remota, honda e inspirada de nuestro pueblo, aunque éste no lo sepa, como ha ocurrido siempre y como es natural que ocurra.// A nadie he conocido que se hallara tan lejos de ser una imagen convencional como Federico García Lorca. Ni siquiera podíamos pensar que un día lo fijase la muerte en un gesto definitivo. Estaba tan vivo, estremecido por el vasto aliento de la vida, que parecía imposible hallarlo inmóvil en nada, aunque esa nada fuese la muerte. Si alguna imagen quisiéramos dar de él sería la de un río. Siempre era el mismo y siempre era distinto, fluyendo inagotable, llevando a su obra la cambiante memoria de un mundo que él adoraba. Su poesía es libre y espontánea como una fuerza natural, como un árbol o una nube, también misteriosa como ellos”. Ángel, alegría que anima las cosas. “Hacia 1924, cuando sus poemas circulaban por Madrid en copia manuscrita, se hablaba de él como de alguien dotado de esa cualidad indefinible que los españoles, o mejor dicho los andaluces llaman ángel. Tener ángel lo mismo puede significar que una persona se halla dotada de una agradable presencia física como que le anima un demonio interior a la manera de Sócrates. No se puntualiza nunca si ese ángel es de los que siguieron a Luzbel en su caída o de los que permanecieron fieles a su origen celeste. Es un estado de gracia profano, una rara mezcla de cualidades celestes y demoníacas que brotan en una persona y la rodean como un halo. En mayor o menor grado algunos españoles tienen ángel, pero nadie ha hecho de esa cualidad algo tan elevado, depurado y excepcional como Federico García Lorca.// Recuerdo que al entrar en cualquier salón, sobre los rostros de las gentes que allí estaban, por insensibles o incapaces que fueran respecto a la poesía, pasaba esa vaga alegría que anima las cosas cuando el sol, rasgando con sus rayos la niebla, las envuelve de luz. Al marcharse un súbito silencio caía sobre todos. No puedo pensar en lo para muchos será España sin él. ¡Qué seca y árida parecerá su llanura ! ¡Qué amargo y solitario su mar !”. La tristeza fundamental del español. “La tristeza fundamental del español, pueblo triste si los hay, pasaba subterránea bajo su obra, a veces se abría camino entre los versos y era imposible no verla. Más que tristeza era un sentimiento dramático, un sentimiento trágico de la vida, según la expresión de Unamuno ; trágica tristeza que sustentaba dos pasiones fundamentales : el amor y la muerte. Parece que el amor, arrancando las primeras palabras de esta poesía, la arrastra hacia la muerte como última realidad del mundo, realidad que necesitaba cubrirse antes de aquella transparente máscara amorosa. Ahora me sorprende hasta qué punto la muerte fue tema casi único en la poesía de Federico García Lorca”. Y más España, una encarnación como pocas veces en un artista se da : “Federico García Lorca era español hasta la exageración. Sobre su poesía como sobre su teatro no hubo otras influencias que las españolas, y no sólo influencias de tal o cual escritor clásico, sino influencias absorbentes y ciegas de la tierra, del cielo, de los eternos hombres españoles, como si en él se hubiera cifrado la esencia espiritual de todo el país. Eso no es raro en España. Lope de Vega fue un poeta así”. Y un final para Federico García Lorca. “De ahí esa especie de frenesí que el público sentía al escuchar sus versos, frenesí que acaso sólo él podía comunicar con su propia voz y acento, por los que brotaba lo mismo que a través de la tierra hendida el terrible fuego español, agitando y sacudiendo al espectador a pesar suyo, porque allá en lo hondo de su cuerpo hecho de la misma materia podía prender también una chispa escapada de aquel fuego secular.// Siglos habían sido necesarios para infiltrar en un alma la eterna esencia del lirismo español, su fuego espiritual. Hombres oscuros y anónimos se sucedían en tanto sobre la tierra. Al fin ese fuego oculto se hizo luz y brillo y templó los cuerpos ateridos. Poco tiempo ha durado su luz. Una triste mañana la brutal inconsciencia, la estúpida crueldad de unos hombres la apagaron contra las tapias del campo andaluz. // Quise llegar adonde/ llegaron los buenos./ ¡Y he llegado, Dios mío !.../ Pero luego,/ un velón y una manta/ en el suelo.// Ni siquiera esto te esperaba, Federico García Lorca, sino la tierra desnuda bajo tu sangre y nada más”. Londres, abril 1938.

 

Barcelona, 3 de marzo de 2023

 

 

Un commentaire, une critique...?
modération a priori

Ce forum est modéré a priori : votre contribution n’apparaîtra qu’après avoir été validée par un administrateur du site.

Qui êtes-vous ?
Votre message

Pour créer des paragraphes, laissez simplement des lignes vides. Servez-vous de la barre d'outils ci-dessous pour la mise en forme.

Ajouter un document

Retour à la RALM Revue d'Art et de Littérature, Musique - Espaces d'auteurs [Contact e-mail]
2004/2024 Revue d'art et de littérature, musique

publiée par Patrick Cintas - pcintas@ral-m.com - 06 62 37 88 76

Copyrights: - Le site: © Patrick CINTAS (webmaster). - Textes, images, musiques: © Les auteurs

 

- Dépôt légal: ISSN 2274-0457 -

- Hébergement: infomaniak.ch -