Sí… Daniel también tuvo 20 años
Y se miraba la punta del capullo
Desde los diez años.
Tenía 20 años
y un gozo en el alma ¡glande¡
gozo en el alma ¡glande¡
y estaba en el Seminario conciliar de Madrid
allí en Las Vistillas
frente al puente de Bailen
"el puente de los suicidas"
y el tablao flamenco de La Corrala
para que con las cañas y palos
quitarnos lo bailao de las manos
en cante duro, recio y largo.
Justo al lado, un colegio de ursulinas
a las que desde la ventana de mi cuarto
les soplaba de mis pajas
y a su otro lado
el templo de San Francisco el Grande
donde celebraban sus bodorrios
la nobleza y la alta cuartelada.
Detrás , en la explanada
dos putas de a peseta
se dejaban pasar por la piedra :
Un día me invitó Pepe, mi cuñado
que dios tiene en su gloria
pues fue un amantísimo padre
un putero de cuidado
y ese día salté la tapia
porque el poder de una Puta
nos hace Eucaristía en el Amor dado
y mi gallo montó su gallina
después de pasarla más de cuatro
y cuando de vuelta
volví a saltar la tapia
dejando a mi cuñado sin ton ni son
al otro lado
los curas me agarraron
y por mi desobediencia
y porque el gurriato, ¡vaya por dios¡
enseñaba su cabeza de trapo
hecha del mismo pan
con sabor a cuerno quemado
me hicieron coger el colchón
y me mandaron a casa
caminando.
Yo me llevé la mano al gurriato
y escribiendo con él en el aire
un ¡viva¡
les grite :
- Señor, tu me la has levantado
Como nota que teje un cantar
follando
y no estos putos guarros.
Sí... y me fui del seminario.
Daniel de Cullá